April 22, 2022

español abajo    

Dear members and supporters,

We send you care, love, and solidarity in this time of ruthless war, devastating fossil fuel extraction and expansion, and a two-year pandemic that continues to rage on. We unite with people resisting genocide and brutal repression in Ukraine, Syria, Palestine, Afghanistan, Yemen, Somalia, and the Philippines, along with antimilitarist movements around the world.

Together with the Feminist Peace Initiative, we are launching a No War No Warming campaign, calling on elected officials to support actions and policies that:

• Clean up, remediate, and transition military bases and militarized communities.
  
  
• Reallocate funding from institutions that propagate harm, and invest in community resources.
  
  
• End weapons manufacturing and distribution, and war profiteering.
  

Urge your member of Congress to join the call for No War No Warming!

The U.S. military is the single largest consumer of fossil fuels on the planet. To end the fossil fuel economy and build a regenerative economy, we need to shut down fossil-fueled military bases and operations, withdraw military installations outside the U.S. and on occupied territories, and ensure toxic remediation and a Just Transition of base sites to healthy and resilient community uses.

Reducing climate pollution from militarized forces requires a full accounting of military greenhouse gas emissions and reduction targets, like those outlined in the Resolution for Department of Defense emissions reporting and reduction. Ending military pollution also means we must take action to reallocate funding from climate-destructive and war industry-driven policies and invest in alternative community solutions.

It’s time to ban weapons manufacturing, repurpose military equipment and weapons manufacturing facilities for regenerative livelihoods, and negotiate treaties to ban the trade, trafficking, and distribution of weapons of war. To ensure a healthy future, we must end the production, development, and testing of nuclear weapons that have historically been tested on Indigenous land and in communities of color in the U.S. and abroad.

Urge your member of Congress to join the call for No War No Warming today!

Thank you for your support!

Tomorrow, we are joining the Green New Deal Network to #FightForOurFuture in Washington, D.C. and to push Congress to finally deliver on climate, care, jobs, and justice. Our Anti-Militarism National Organizer Ramón Mejía will be speaking, alongside a roster of climate leaders. RSVP to join us in Lafayette Square!

Saturday, April 23, 2022
1:00–3:00 p.m. EDT
16th Street NW (in front of the White House)

Congress is running out of time to invest in a massive build-out of American-made clean energy to sustain our planet and create millions of good union jobs. Sign up to join us this Saturday and rally for real racial, economic, and environmental justice.

Don’t live near D.C.? Find a rally near you on this action map!

Each year, the World March of Women (WMW) organizes 24 hours of international feminist solidarity against the power of transnational corporations, in remembrance of the Rana Plaza factory collapse on April 24, 2013, in Dhaka, Bangladesh. More than 1,000 women died and many were injured while working for poverty wages in inhumane conditions.

From the deathtrap garment factories of fast fashion empires to the sleek boardrooms of weapons manufacturers, corporate greed doesn’t blink when it comes to risking — and taking — the lives of vulnerable people on our planet.

This April 24, we join WMW in the streets and on social media to denounce neoliberal and imperialist forces that are attacking the sovereignty of people and territories around the world through border restrictions and the war industry. We also unite with movement allies Dissenters in their campaign to stop Boeing’s arms genocide and shameful legacy of war profiteering in U.S. communities and abroad.

As one of the world’s largest weapons manufacturers, Boeing produces and sell bombs, missiles, helicopters, and other war technologies to militaries, reaping nearly $100 billion in profits annually from war and militarized violence. Despite this, after Boeing announced they would be moving their headquarters to Chicago, the City of Chicago paid them $29 million in tax reimbursements, and many local institutions have developed partnerships with them, including area universities and Chicago Public Schools.

Together, we struggle against systems of war and imperialism, and all profiteers of death, destruction, and labor exploitation. We demand an end to war, divestment from the military industrial complex, and reinvestment in life-affirming, regenerative ways of living. We encourage you to show solidarity with communities devastated by war by signing the petition calling for Boeing out of Chicago and urging your congressional representatives to support No War, No Warming!

Queridxs miembros y partidarixs,

Les mandamos cariño, amor y solidaridad en esta era de guerra despiadada, de extracción y expansión devastadora de fósiles combustibles, y de una pandemia que cumplió dos años y sigue arrasando. Nos unimos a la gente resistiendo el genocidio y la represión brutal en Ucrania, Siria, Palestina, Afganistán, Yemen, Somalia y Filipinas, junto con movimientos antimilitaristas de todo el mundo.

Junto con la Iniciativa Feminista por la Paz, estamos lanzando la campaña Ni guerra, ni calentamiento, exigiéndoles a los funcionarios electos que apoyen acciones y políticas que:

• Descontaminen, rectifiquen y conviertan todas las bases militares y las comunidades militarizadas.
  
  
• Readjudiquen los fondos de instituciones que propagan daño, e inviertan en recursos comunitarios.
  
  
• Pongan un fin a la fabricación y distribución de armas, y al mercantilismo de la guerra.

¡Anime a su miembro del Congreso a unirse al pedido de ni guerra, ni calentamiento!

La milicia estadounidense es la mayor consumidora de fósiles combustibles del planeta. Para terminar con la economía de fósiles combustibles y construir una economía regenerativa, debemos clausurar las bases y operaciones militares alimentadas por fósiles combustibles, retirar las instalaciones militares afuera de EE.UU. y en territorios ocupados y asegurar la rectificatión de tóxicos y una transición justa para los sitios de bases a usos comunitarios saludables y resilientes.

Reducir la contaminación climática causada por las fuerzas militarizadas requiere una divulgación detallada y completa de sus emisiones de gases de efecto invernadero y objetivos de reducción, como aquellos declarados en la Resolución para la declaración y reducción de emisiones del Departamento de Defensa. Ponerle un fin a la contaminación militar también implica que debemos tomar acción para readjudicar los fondos de políticas climáticamente destructivas y motivadas por la industria de la guerra, e invertir en soluciones comunitarias alternativas.

Es hora de prohibir la fabricación de armas, readaptar los equipos militares y las fábricas de armas para crear trabajos regenerativos, y negociar tratados para prohibir el comercio, el tráfico y la distribución de armas de guerra. Para asegurar un futuro saludable, debemos poner un fin a la producción, el desarrollo y las pruebas de armas nucleares que históricamente han sido probadas en tierra indígena y en comunidades de color en EE.UU. y en el exterior.

¡Anime a su miembro del Congreso a unirse al pedido de ni guerra, ni calentamiento!

¡Gracias por su apoyo!

Español: LUCHA POR NUESTRO FUTURO / CLIMA - CUIDADO /  TRABAJOS - JUSTICIA / LUCHA POR NUESTRO FUTURO / Sábado 23 de abril, 2022

Mañana, nos uniremos a la Red del Nuevo Pacto Verde (GNDN) para la #LuchaPorNuestroFuturo en Washington, D.C. y para presionar al Congreso para que por fin cumpla respecto al clima, el cuidado, los trabajos y la justicia. Nuestro Organizador de Antimilitarismo Nacional, Ramón Mejía, hablará, junto con otros líderes climáticos. ¡Confirme su asistencia para acompañarnos en Lafayette Square!

Sábado 23 de abril, 2022
1:00–3:00 p.m. EDT
16th Street NW (en frente de la Casa Blanca)

Se le está acabando el tiempo al Congreso para invertir en un expansión masiva de energía limpia creada en EE.UU. para sustentar a nuestro planeta y crear millones de buenos trabajos sindicales. Anótese para acompañarnos este sábado y manifestar a favor de una verdadera justicia racial, económica y medioambiental.

¿No vive cerca de D.C.? Encuentro una manifestación cerca de donde vive en este mapa de acciones!

Cada año, la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) organiza 24 horas de solidaridad feminista internacional en contra del poder de las corporaciones transnacionales, en recordación del colapso de la fábrica de Rana Plaza el 24 de abril, 2013, en Dhaka, Bangladesh. Más de 1.000 mujeres murieron y muchas fueron lesionadas al trabajar por sueldos míseros en condiciones inhumanas.

Desde las peligrosas fábricas de ropa de los imperios de moda rápida, a los pulcros salones de conferencias de los fabricantes de armas, la avaricia corporativa no parpadea al arriesgar — y arrebatar — las vidas de la gente vulnerable de nuestro planeta.

Este 24 de abril, nos unimos a la MMM en las calles y en las redes sociales para denunciar las fuerzas neoliberales e imperialistas que están atacando la soberanía de pueblos y territorios en todo el mundo a través de restricciones de fronteras y la industria de la guerra. También nos unificamos con aliadxs del movimiento Dissenters con su campaña para acabar con el genocidio de las armas de Boeing y su vergonzoso legado de mercantilismo de guerra en comunidades dentro de EE.UU. y en el exterior.

Como una de las mayores fabricantes de armas del mundo, Boeing produce y vende bombas, misiles, helicopteros y otras tecnologías de guerra a fuerzas armadas, obteniendo casi $100 mil millones en ganancias anualmente a partir de la guerra y la violencia militarizada. A pesar de esto, cuando Boeing anunció que mudaría su sede central a Chicago, la Ciudad de Chicago le pagó $29 millones en reembolsos fiscales, y muchas instituciones locales desarrollaron relaciones con Boeing, incluyendo universidades de la zona y escuelas públicas de Chicago.

Juntxs, luchamos contra los sistemas de guerra e imperialismo, y contra todos los mercaderos de muerte, destrucción y explotación laboral. Exigimos un fin a la guerra, las desinversión del complejo militar industrial, y la inversión en formas de vida regenerativas que afirman la vida. Le animamos a que demuestre su solidaridad con las comundiades devastadas por la guerra firmando la petición que exige que Boeing se vaya de Chicago e urgiéndoles a sus representantes congresales que declaren ¡ni guerra, ni calentamiento!