Faith in Action

Friend,

Like you, I was stunned and sickened to see pictures of U.S. customs agents using horses to whip and round up Haitian refugees. I will never forget those images of blatant anti-Black racism at our border.

Today, I am on my way to Del Rio, Texas with Haitian clergy from Florida and across the Faith in Action network. 

We are going as part of an international campaign to stop deportation flights to Haiti and allow Haitian refugees at our border humanitarian relief so that they can exercise their legal right to apply for asylum. 

Tell the White House and Your Members of Congress to stop abusing and deporting Haitian Refugees.

We are demanding that the Administration stop using force and violence against refugees and hold the Customs and Border Patrol officials accountable for the horrific actions that occurred this week, part of a long history of abuse at the border. 

We are also demanding that President Biden and Vice President Harris honestly confront the role that the U.S. government has played in supporting a small circle of corrupt elites and repeatedly choosing Haiti’s rulers, with disastrous consequences for ordinary Haitian people. 

As the President’s Special Envoy to Haiti said in his resignation letter this week, “what our Haitian friends really want, and need, is the opportunity to chart their own course, without international puppeteering and favored candidates" hand-picked by the U.S. State Department.

We know that as children of God our fates are tied together. The struggle for democracy in Haiti is inseparable from the work we are doing to treat refugees with dignity and the campaign we are waging for a path to citizenship for our families, friends and neighbors who have made the U.S. home for years. 

Please join me in taking this moment to deliver a loud and unmistakable message to the White House and Congress that we want a humane approach to immigrants, not a continuation of the cruel and racist policies of the last Administration. 

 

Amig@,

Como usted, quedé anonadado y enfermo de ver fotografías de los agentes de aduana estadounidenses usando caballos para azotar y acorralar a los refugiados haitianos. Nunca olvidaré esas imágenes de racismo descarado en contra de las personas de raza negra en nuestra frontera.

Hoy día, voy camino a Del Rio, Texas con miembros del clero haitiano de la Florida y de toda la red de Fe en Acción. 

Vamos como parte de una campaña internacional para parar los vuelos de deportación a Haití y permitir el alivio humanitario a los refugiados haitianos en nuestra frontera para que puedan ejercer su derecho legal de aplicar para el asilo. 

Dígales a la Casa Blanca y sus Congresistas que paren de abusar y deportar a los Refugiados Haitianos.

Estamos exigiendo que la Administración pare de usar fuerza y violencia en contra de los refugiados y pedirles cuentas a los agentes de Aduanas y la Patrulla Fronteriza por las acciones horríficas que ocurrieron esta semana, parte de una larga historia de abuso en la frontera. 

También estamos exigiendo que el Presidente Biden y la Vicepresidenta Harris confronten el papel que el gobierno EE.UU. ha jugado en apoyo de un pequeño círculo de élite corrupto y la elección repetida de los gobernantes de Haití, con consecuencias desastrosas para las personas haitianas cotidianas. 

Como dijo el Enviado Especial del Presidente a Haití en su carta de renuncia esta semana, “lo que quieren realmente nuestros amigos haitianos, y lo que necesitan, es la oportunidad de trazar su propio plan, sin titiriteros internacionales y candidatos preferidos” seleccionados personalmente por el Departamento de Estado EE.UU.

Sabemos que, como hijos de Dios, nuestros destinos están vinculados. La lucha por la democracia en Haití es inseparable del trabajo que estamos haciendo para tratar a los refugiados con dignidad y la campaña que estamos realizando para obtener un camino hacia la ciudadanía para nuestras familias, amigos, y vecinos que han hecho su hogar en los EE.UU. por años. 

Por favor acompáñeme y tome este momento para enviar un mensaje fuerte e inconfundible a la Casa Blanca y el Congreso de que queremos un enfoque humano para los inmigrantes, no una continuación de las políticas crueles y racistas de la última Administración.

Faith in Action is a 501c(3).  Faith in Action and its affiliates are non-partisan and are not aligned explicitly or implicitly with any candidate or party. We do not endorse or support candidates for office.

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