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Contacto: San Antonio: Diana López, 210.535.7060, [email protected] | Houston: Juan Parras, 281.513.7799 Mientras nuestres vecines queman muebles
para mantenerse calientes en medio de apagones generalizados a temperaturas bajo cero, este evento meteorológico ártico, alimentado por la crisis climática, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la red eléctrica de Texas y su incapacidad para servir eficazmente a su población. Está claro que necesitamos una recuperación justa: un enfoque global, basado en la comunidad y orientado a las soluciones, que ponga las necesidades de la comunidad y la equidad por encima del lucro en estos tiempos de caos climático. Debemos dar prioridad a una transición justa hacia un sistema energético moderno, regenerativo y renovable, que sea limpio y seguro para todes nosotres. Nuestra actual dependencia
de la industria de los combustibles fósiles, y el histórico dominio de su industria en la política de Texas, son la base de la falta de planificación, mitigación y preparación integral ante los fenómenos meteorológicos extremos. Esto ha dejado a la región, al estado y, especialmente a las comunidades en las primeras líneas, en una situación de crisis continua. Aunque las industrias del petróleo y el gas han intentado culpar de lo que está ocurriendo a los modelos de energía alternativa, la realidad es que no han construido infraestructuras resistentes que puedan adaptarse a un clima cada vez más extremo.
Una red eléctrica anticuada, excesivamente dependiente de los combustibles
fósiles y fuertemente privatizada ha fallado, dejando a entre 3 y 4 millones de hogares sin electricidad durante días, no sólo en Texas, sino en toda la región que es la cuna de esta industria. Demasiadas personas han muerto y cientos más han sido hospitalizadas, siendo las comunidades indígenas, negras, latinas, asiáticas y otras en las primeras líneas las más afectadas, una vez más. Otras miles de personas también se enfrentan a la contaminación del agua y a los enormes daños causados por la avería de las tuberías. La privatización de la red energética de Texas es el germen de esta crisis, en la que se han priorizado las ganacias de las industrias de combustibles fósiles sobre las necesidades de la gente.
La crisis climática pone en peligro vidas y afecta a todas las comunidades, pero las más afectadas son las que se encuentran en los márgenes. Las personas discapacitadas que dependen de respiradores médicos, las familias que tienen que romper la cuarentena para mantenerse a salvo y, todo ello, mientras el costo de la energía aumenta en un momento en el que la economía está muy lejos de estabilizarse. El verdadero costo de ignorar el cambio climático está, por desgracia, aún por llegar, ya que les afectades por este clima extremo más reciente en la región están viendo las consecuencias de la avería de las tuberías de agua, las casas no climatizadas y la infraestructura anticuada mal equipada para
manejar la realidad del cambio climático.
Mientras nuestras comunidades trabajan para recuperarse de la COVID-19, de la pérdida masiva de empleos y de la actual crisis climática, ahora es el momento de invertir para avanzar hacia una Transición Justa que reconstruya las infraestructuras de agua y energía limpias para nuestro futuro. Podemos poner a trabajar a millones de personas creando puestos de trabajo de energía limpia controlados localmente, construyendo nuevos sistemas estables de energía sin contaminación y energía sin explotación. Es el momento de reconstruir sin fósiles (Build Back Fossil Free).
El agua y la energía no son productos básicos, son derechos humanos fundamentales. Necesitamos una respuesta de emergencia ahora mismo para distribuir energía solar, agua limpia y necesidades básicas de emergencia para las comunidades vulnerables, así como cambios a largo plazo hacia un futuro saludable y sostenible. Reconocemos que otras comunidades de los estados vecinos también se han visto afectadas por el devastador vórtice invernal, los cortes de energía y la escasez de agua. Apoyamos sus esfuerzos de
autoorganización y actuaremos en coordinación y solidaridad con todes les que están en la primera línea de las catástrofes climáticas.
Mientras nuestras comunidades siguen cuidándose mutuamente a través de las redes locales de ayuda mutua establecidas desde hace tiempo para hacer frente a crisis como ésta, hacemos un llamado a les funcionarios locales y estatales para que inicien inmediatamente una recuperación justa:
Organizadores y organizaciones, fundaciones y filántropos: - Destinar fondos directamente a organizaciones de ayuda mutua y de base
que trabajan en las primeras líneas para apoyar a las comunidades negras, indígenas y de color. Estas redes existentes son el salvavidas de los barrios y trabajan para apoyar rápidamente las necesidades de la gente, mientras trabajan para cambiar la política y/o las estructuras que fallan a la gente.
- Incluir a las poblaciones y comunidades más afectadas en los órganos de planificación de acciones climáticas municipales y estatales para crear directamente soluciones y aplicarlas sobre el terreno. Los municipios más grandes de Texas han aprobado planes de acción climática que, a menudo, no ejercen un control directo sobre sus empresas de servicios públicos que son las mayores contaminantes del clima.
Niveles municipal y estatal: - Evaluación veraz de lo que ha ido mal, quién es responsable y qué se puede hacer para solucionar el problema, o los problemas, para que no se repitan.
- Crear un fondo municipal con contratistas locales para apoyar la climatización de los hogares, el arreglo de las tuberías de agua residenciales y la actualización de la electricidad doméstica para soportar las condiciones meteorológicas extremas.
- Invertir en microrredes energéticas
descentralizadas y regenerativas para emergencias que puedan contar con el suministro de necesidades críticas en tiempos de catástrofes.
- Establecer un vehículo de financiación de emergencia a corto plazo e inmediata para les trabajadores que han sufrido pérdidas salariales debido a problemas de transporte, cierres, así como para otros gastos imprevistos en tiempos de catástrofe y crisis.
- Les funcionarios locales y estatales apoyan que se apruebe y promulgue un Nuevo Pacto Verde a nivel federal.
- Eliminación de los cortes de gas y electricidad como política por falta de pago para aquellos que se encuentran en crisis debido a la pandemia de la COVID-19, y de forma permanente para aquellos en o por debajo del
200% de los niveles federales de pobreza.
- Prolongación de la moratoria de desalojos durante la actual crisis y realojamiento de las personas sin hogar y vulnerables.
A nivel federal: - Biden debería volver a promulgar la prohibición de la exportación de todos los combustibles fósiles.
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