Andrea recibió un audio WhatsApp de su amiga. El mensaje hablaba sobre el nuevo virus mortal invitando a la comunidad a abastecerse de alimentos y suministros. Todavía dudando si el mensaje era cierto o no, pero muy preocupada por la urgencia de la situación, Andrea compartió el mensaje con todos sus amigos. Lo que le paso a Andrea sucede con mucha frecuencia durante esta pandemia.
Muchas personas compartimos información, a veces más por la respuesta emocional que nos provoca, sin saber si el mensaje es cierto o cuál es su origen. Eso contribuye a la propagación de la desinformación. Los medios de comunicación social son una herramienta muy poderosa para difundir información: en ocasiones los mensajes pueden ser engañosos y otras veces pueden ser muy precisos.
En este panel discutiremos como la información errónea puede difundirse fácilmente a través de las comunidades y afectar directamente su comportamiento en relación con su salud, especialmente en estos tiempos de pandemia. Tendremos la perspectiva de un experto en medios de comunicación, una doctora trabajando directamente con comunidades migrantes agrícolas, un líder comunitario y una representante del departamento de salud, quienes observan directamente como se disemina esta información a través de la comunidad. Además, compartiremos recursos para valorar la información que llega a través de las redes sociales antes de compartirla y contribuir a la propagación de información errónea.
Por último, identificaremos estrategias útiles para que los centros de salud, proveedores de servicios de salud y promotores de salud comunitarios informen a grupos de difícil acceso.
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