October 21, 2024                                              español abajo

Organizers from About Face, Arab Resource & Organizing Center, Showing Up for Racial Justice, and GGJ demand an arms embargo, part of a national mobilization protesting Netanyahu’s address to Congress in July.

Dear members and supporters,

Earlier this month, we marked one year of resistance to genocide in Gaza, a worldwide uprising in the continuing struggle against 76 brutal years of occupation, apartheid, ethnic cleansing, and settler colonialism in Palestine.

Millions of people took to the streets and shut down arms factories, bridges, and train stations. Trade and labor unions passed motions in solidarity and held strike actions. Reporters, editors, professors, and cultural workers centered, educated, and created art and curriculum to expose Israeli crimes. Interest in divestment movements surged, with students around the globe holding universities accountable and communities confronting investments in Israeli apartheid.

Divesting from the war machine that fuels systems of oppression and shifting to investing in care and life-sustaining economies is the guiding principle of our developing campaign. As we refine our divest-invest campaign with members, we’re continuing to work toward demilitarization and our feminist vision of peace. 

This year, we protested and mobilized across the country, supporting Palestine solidarity actions from the federal lawsuit filed in Oakland charging the Biden administration with complicity in Israel’s genocide to uplifting the call for an immediate arms embargo on Israel.

The connections between militarism and Zionism stretch from Richmond to Palestine. At the Convergence for Just Futures in Chicago, organized by Muslims for Just Futures, we co-led a workshop with Asian Pacific Environmental Network exploring how U.S. imperialism and capitalism propels environmental racism and militarism.

The U.S. military itself is the single largest institutional consumer of fossil fuels on Earth, and its occupying forces at home and abroad routinely contaminate land, water, and air, jeopardizing the health, livelihoods, and well-being of people around the globe.

At the Alaska Just Transition Summit in March, we held a workshop on demilitarization and just transition with Native Movement, Micronesia Climate Change Alliance, and Alaska Community Action on Toxics, examining the damage and violence caused by militarization in Alaska, Guåhan, and beyond. We discussed how to hold the military accountable and prevent harm through community-based research, organizing, and advocacy. 

Learn more about the impacts of the U.S. military on Micronesia in our new video!

Our Feminist Peace Initiative, a collaboration with MADRE and Women Cross DMZ, co-led a Feminist Peace Summit in Denver in May, a first-of-its-kind space for peace movement leaders to dialogue and influence foreign policy stakeholders. Together, we are in the process of creating a roadmap to feminist peace that synthesizes and disseminates strategies and guidance to movement leaders, policymakers, funders, and academics.

In June, we anchored a delegation of more than 100 staff, members, and international allies to the Rising Majority Congress in St. Louis, delving into multiple tracks including anti-imperialism, gender justice, racial justice, migration, youth organizing, and resource mobilizing. We are continuing to work with Rising Majority and our membership to prepare ourselves and our communities for the likely challenges of a new U.S. presidential administration.

We know that militarism remains a threat no matter who sits in the Oval Office. This horrific year of genocide was made possible by U.S. funding and weapons, and the outbreak of regional war now is a direct result of Biden’s endless backing of Israel’s aggression.

We must enforce an immediate arms embargo and block $20 billion in weapons to Israel to stop this genocide and enact a permanent ceasefire. The struggle for Palestinian liberation is inextricably linked to queer and trans rights, immigrant rights, and climate and racial justice. Movements must unite across sectors and rise against our common oppressors to build genuine solutions. Ensuring the survival of people and our planet demands nothing less.

Over the next year, GGJ and our members will be imagining what is possible in a world where the U.S. doesn’t send billions in weapons to Israel and instead, focuses on supporting communities, like funding recovery efforts from climate-driven disasters. We invite you to imagine with us!

21 de octubre, 2024                                                   español

Organizadores de About Face, Arab Resource & Organizing Center, Showing Up for Racial Justice y GGJ exigen un embargo a las armas, parte de una movilización nacional protestando contra el discurso de Netanyahu al Congreso en julio.

Querides miembros y partidaries,

A principios de este mes, marcamos un año de resistencia contra el genocidio en Gaza, un levantamiento mundial en la continua lucha contra 76 años brutales de ocupación, apartheid, limpieza étnica y colonialismo de asentamiento en Palestina.

Millones de personas salieron a las calles y cerraron fábricas de armas, puentes y estaciones de trenes. Hubo gremios y sindicatos que aprobaron mociones de solidaridad e hicieron acciones de huelga. Periodistas, editores, profesores y trabajadores culturales centraron, educaron y crearon arte y currículo para exponer los crímenes israelíes. Hubo un surgimiento de interés en los movimientos de desinversión, y estudiantes en todo el mundo le hicieron rendir cuentas a las universidades y comunidades al confrontar las inversiones en el apartheid israelí.

Desinvertir de la industria de guerra que alimenta los sistemas de opresión y pasar a invertir en el cuidado y economías que sustentan la vida es el principio guía de nuestra campaña en desarrollo. Al refinar nuestra campaña desinvertir-invertir con miembros, seguimos trabajando por la desmilitarización y nuestra visión feminista de la paz.

Este año, manifestamos y movilizamos en todo el país, apoyando acciones por la solidaridad palestina desde la demanda federal presentada en Oakland acusando a la administración de Biden de complicidad en el genocidio de Israel, a elevar el pedido de un embargo inmediato a las armas con Israel.

Las conexiones entre el militarismo y el zionismo van desde Richmond hasta Palestina. En la Convergencia por Futuros Justos en Chicago, organizada por Musulmanes por Futuros Justos (Muslims for Just Futures), co-lideramos un taller con la Red Ambiental Asiática del Pacífico explorando cómo el imperialismo y capitalismo estadounidenses propulsan el racismo medioambiental y el militarismo.

La milicia estadounidense en sí es la mayor consumidora institucional de fósiles combustibles en el planeta Tierra, y sus fuerzas ocupadoras aquí y en el exterior rutinariamente contaminan tierra, agua y aire, poniendo en riesgo la salud, el sustento y el bienestar de la gente en todo el mundo.

En la Cumbre de Transición Justa en Alaska en marzo, llevamos a cabo un taller sobre la desmilitarización y la transición justa con Native Movement, la Alianza de Cambio Climático de Micronesia y Alaska Community Action on Toxics, examinando el daño y la violencia causados por la militarización en Alaska, Guåhan y más. Hablamos sobre cómo responsabilizar a las fuerzas armadas y prevenir el daño a través de la investigación, el trabajo organizador y la defensoría basadas en la comunidad.

¡Aprenda más sobre los impactos de las fuerzas armadas estadounidenses en Micronesia en nuestro video nuevo!

Texto del subtítulo: “Esta declaración — también viajará más allá de la COP28”

Nuestra Iniciativa Feminista por la Paz, una colaboración con MADRE y Women Cross DMZ, co-lideró una Cumbre Feminista por la Paz en Denver en mayo, el primer espacio de este tipo para que líderes del movimiento por la paz dialoguen con e influyan en las partes interesadas en política exterior. Juntes, estamos en el proceso de crear un camino para la paz feminista que sintetiza y disemina estrategias y guías para líderes del movimiento, legisladores, fundadores y académicos.

En junio, anclamos una delegación de más de 100 miembros del personal, miembros y aliades internacionales en el Congreso de Rising Majority en St. Louis, indagando en varias vías incluyendo el anti-imperialismo, la justicia de género, la justicia racial, la migración, organizar a jóvenes y movilización de recursos. Seguimos trabajando con Rising Majority y nuestra membresía para prepararnos a nosotres y a nuestras comunidades para los probables desafíos de una nueva administración presidencial estadounidense.

Sabemos que el militarismo sigue siendo una amenaza sin importar quién está en la Oficina Ovalada. Este año terrorífico de genocidio fue posibilitado por fondos y armas estadounidenses, y el brote de guerra regional ahora es resultado directo del respaldo ilimitado de la agresión de Israel por parte de Biden.

Debemos enforzar un embargo de armas inmediato y bloquear $20 mil millones en armas a Israel para frenar este genocidio y promulgar un alto al fuego permanente. La lucha por la liberación palestina está inextricablemente conectada con los derechos queer y trans, los derechos de inmigrantes y la justicia climática y racial. Los movimientos deben unificarse entre sectores y levantarse contra nuestros opresores comunes para crear soluciones genuinas. Es lo necesario para asegurar la supervivencia de la gente y de nuestro planeta.

Durante el próximo año, GGJ y nuestros miembros imaginarán lo que es posible en un mundo en el que EE.UU. no le envía mil millones en armas a Israel y en vez se enfoca en apoyar a las comunidades, por ejemplo financiando los esfuerzos de recuperación tras catástrofes creadas por el clima. ¡Les invitamos a imaginar con nosotres!